
Los añejos recuerdos de mi niñez,
Se han perdido en el camino
Absurdo de mi hoy,
Se han envuelto en mortuorias sabanas,
Y con ello…
Han muerto mis sueños.
Recuerdos de afilados hilos que llenaron
de heridas el absurdo camino.
Ya no sangran,
se cubren de una débil tela llamada
esperanza.
Furtivas sombras entran por mi ventana
Y se alojan en el techo de mi inconsciente,
Haciendo presente los añosos recuerdos
Dolientes.
Entre el ayer y el hoy… la nada
Que se aloja en la puerta de mi vida.
Paso la sombra ante mis ojos,
Y se escondió en los recodos del doliente
Camino.
Los añejos recuerdos de mi niñez
Ensombrecen mi presente, entraban mi andar.
Callo…y se cubre de telarañas lo que ya
No vale despertar.
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